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La
Historia Oficial
Este relato que le ofrecemos a
continuación, está basado en el libro-folleto denominado "Joaquín
Quinteros, ORIGEN DE VEDIA", que escribió Francisco Alejandro Molle
y que confirma una de las teorías que dice que el pionero fundador de
Vedia fue Don Joaquín Quinteros. Decimos historia oficial, ya que de
las dos teorías existentes (la otra siempre la sostuvo el historiador
local Raúl Crasso y sostenía a Juan Coquet como el pionero fundador de
Vedia. Ver: "La otra historia..."),
en el año 1991, el Honorable Concejo Deliberante del distrito de Leandro
N. Alem, mediante ordenanza estableció como día de la fundación de
Vedia el 23 de Mayo de1885 y como "pionero fundador" a Joaquín
Quinteros.
Portada del libro-folleto "Joaquín Quinteros, ORIGEN DE VEDIA",
escrito por Alejandro Francisco Molle, y que le presentamos a continuación.
El Origen de la Ciudad de
VEDIA en la Provincia de Buenos Aires
(por Francisco Alejandro Molle)
Para los hijos de vedia:
El primer gran hito acerca de conocer la verdad sobre el fundador de Vedia
tuvo lugar a fines de la década de los años sesenta, y que concluye en
1973 con la promulgación de la ordenanza número 59, la que reconocía a
Juan Coquet como fundador y al día 29 de septiembre de 1889 como el de la
fundación. El segundo, más cercano, se inició en 1985 con la presentación
ante el Honorable Concejo Deliberante por parte del periodista Guillermo
Fossaluzza peticionando se revea lo actuado 12 años atrás en atención a
algunas existencias documentales halladas y que no fueron elemento de análisis
con anterioridad, por lo que el cuerpo deliberativo decide "tomar el
toro por las astas" e invita a toda persona que contara con
testimonios relativos a la historia vediense, los facilite en ayuda del
definitivo esclarecimiento. En este último sentido, cabe recordar, en
modo muy especial, el interés puesto de manifiesto por el concejal (MC)
José Felix Salvatierra, el notario Delfor Raúl Quinteros, el historiador
juninense Roberto Di Marco e integrantes del Rotary Club de Vedia,
encabezados por Carlos A. Villanueva y en los últimos tiempos por el
concejal Roberto Ibañez. Concluída la etapa de pruebas y
consultas, el Honorable Concejo Deliberante del distrito de Leandro N.
Alem, en la sesión del 22 de octubre de 1990 resuelve:
1º: Revocar la ordenanza 59/73
2º: Establecer como día de fundación de Vedia el 23 de mayo de
1885 y como "pionero fundador" a Joaquín Quinteros.
3º: Reconocer a Juan Coquet como "impulsor del desarrollo urbano de
Vedia"
4º: Dejar a buen resguardo "...que en nada se cuestiona la buena fe,
el interés, la capacidad de trabajo y honestidad del Intendente y los
Concejales obrantes en 1973, cuya sana intención fue establecer una fecha
de pundación para Vedia, con los únicos elementos de juicio que se
contaba en ese entonces..."
Bien, y tras esta breve introducción vamos
en busca del origen....:
HACIA EL ORIGEN
Una contancia del Juzgado de Paz de Lincoln expedida el 27 de enero de
1879, da cuenta que Joaquín Quinteros se hallaba en posesión de uan
parcela de campo de propiedad del estado con una antigüedad "...de
más de un año..." y que en dicho establecimiento existían 500
vacas, un rancho y una tropilla.
Con aquel instrumento, Quinteros acudió al gobierno provincial
solicitando le vendiera -como era costumbre- el predio poseído,
compra-venta que se materializó a través de escritura pública del 10 de
septiembre de 1879 por ante Escribanía Mayor de Gobierno de la Provincia
de Buenos Aires.
De los autos testamentarios de doña María Juana Pérez
-primera esposa de Quinteros que falleció el 20 de julio de 1883-
el Juez de Paz sustituto de Lincoln, José Andreu (h), por orden del Juez
interviniente, Dr. Manuel Gonnet, titular del Juzgado en lo Civil y
Comercial Nº 1 del Departamento Judicial Mercedes (antes, del Centro),
practicó el Inventario y Tasación de los bienes pertenecientes al
matrimonio Quinteros-Pérez, del que nada al descubierto el empuje con que
el jefe de familia se desenvolvió en la estancia en el corto lapso de
cinco años.
En el lustro 1879-1884, Quinteros construyó
la casa habitación familiar y otras para sus colaboradores, alambró,
incorporó un pozo de balde con brocaly pilares de material, un horno, e
hizo dos quintas, la primera "... con plantación de duraznos,
damascos, sauces y álamos (5000 plantas) de tres años; 400 metros de
cerco de zanja; un alambrado de 625 metros lineales de tres hilos, postes
de ñandubay; un horno; 70 plantas de sauce de cuatro años en un potrero
viejo...", y en cuanto a la segunda, el Juez de Paz, junto a los
testigos y tasadores Julio Villarino y Santos Martínez, asentaron "...una
quinta inmediata con 5300 plantas de un año de sauce, álamo y acacio,
con 50 metros de cerco de zanja por costado...".
Respecto a los semovientes, el Inventario y Tasación judicialenumera: 800
ovejas de corte, 388 vacunos, 12 bueyes, 80 yeguas y 20 caballos, y otros
elementos como marca para señalado, carros, lienzos para corral, etc.
Además de lo descripto en la diligencia judicial obrante en el expediente
testamentario entre las fs. 14 y 18, otro aspecto interesante de la faceta
emprendedora del pionero de Vedia la dió Robero Greene, al recordar en
sus memorias que en 1881 en la estancia de Quinteros existía una pulpería,
negocio que "... lo puso Quinteros y Julio Villarino en sociedad y
se construyó en el campo de Quinteros cerca del esquinero de El Bagual
...".
Roberto Greene sitúa la apuntada circunstancia en 1881, al practicarse la
mensura que hacía el agrimensor Tomás Dodds del campo de su hermano, el
Dr. Juan Samuel Greene, lindero en el eje "A-B" del de
Quinteros. Greene dejó dicho "... mientras se hacía la mensura
del campo íbamos a lo de Joaquín Quinteros a comer y realmente creo que
pasábamos ahí más de una noche. Había una pulpería en la esquina del
campo de Quinteros cerca de donde Vedia es ahora, este negocio lo puso
Quinteros y Julio Villarino en sociedad y se construyó en el campo de
Quinteros cerca del esquinero de El Bagual. En este esquinero que yo
levanté convergían cuatro estancias, El Bagual, El Dorado, el San Carlos
y el campo de Quinteros ...", y más adelante a lude a la
presencia de un matrimonio constituído por un vasco, enfermo de
tuberculosis, y a su mujer, una irlandesa, habitando una vieja casa de
adobones, dentro del campo de Quinteros.
EL TENDIDO
FERROVIARIO. DONACION DE TIERRA
El 9 de julio de 1882 la empresa ferroviaria Buenos Aires al Pacífico
comenzó -simbólicamente- el tendido del riel en la
ciudad de Mercedes con rumbo a Villa mercedes en San Luis. A ritmo tenaz,
la nueva vía de comunicación fue adentrándose en el interior,
abilitando estaciones y librando, paulativamente, el servicio.
Hacia 1885 representantes de la compañía, gestionaron ante Joaquín
Quinteros la compra o cesión del espacio necesario para vías y estación,
hallando en el vecino del cuartel 3º de Lincoln, una predisposición
favorable que tradujo en la donación de la tierra mediante escritura pública
otorgada el 23 de mayo de 1885 ante el escribano de Junín,
Silvestre Torres. Previamente, el día 13 de mayo, Joaquín Quinteros
ocurrió ante la notaría de don Silvestre Torres y allí confirió un
Poder Especial a favor de Carlos H. Robbio, afincado en Junín "...
para que haga donación gratuita a favor de la Empresa del Ferrocarril
Buenos Aires al Pacífico, de la parte del terreno de su propiedad ubicado
en el Partido de Lincoln que toma la vía del citado Ferrocarril,
compuesta de 42.455 metros cuadrados, más otra porción del mismo terreno
compuesta de 39.000 metros cuadrados, destinada para una estación de la
misma empresa, formando entre ambas fracciones, un área total de 81.455
metros cuadrados ...", expresando en otro párrafo "... a
los efectos de este mandato, faculta a su apoderado para que otorgue y
firme la respectiva escritura en favor del donatario ..."
La escritura traslativa de dominio se realizó el día 23 de mayo, cuando
comparecieron ante el escribano Torres los mandatarios; por un lado Joaquín
Quinteros, y por el otro, de la Empresa del Ferrocarril de Buenos Aires al
Pacífico; así, Carlos H. Robbio manifestó en nombre de Quinteros que "...
le hace donación gratuita irrevocablr a la Empresa del Ferrocarril Buenos
Aires al Pacífico de la parte del terreno de propiedad de su mandante,
ubicado en el Partido de Lincoln que toma la vía ... más una fracción
del mismo terreno compuesta de 39.000 metros cuadrados, destinada para una
estación ...", concluyendo los otorgantes con la suscripción
respectiva en presencia de los testigos Tomás Bergez y Francisco
Basterreix, por ante el escribano autorizante que dió fe del acto.
HABILITACIÓN DEL
SERVICIO
Al conmemorarse el 103º aniversario de la llegada del primer tren a
Vedia, invitado por entidades de dicha localidad, se pronunció un
discurso evocativo en la plazoleta adyacente a la estación, y se señaló
lo significativo que era recordar el acontecimiento y tomarlo como
referente en la vida de la comunidad. En efecto, el arribo de la formación
ferroviaria encabezada por la máquina número 17, en el mediodía del 15
de febrero de 1886, tiene una importancia fundamental en la historia
pueblerina.
El ferrocarril tuvo un período rutilante en nuestro pasado, es el
comprendido entre los años 1862 y 1916, en cuyo lapso el ex cuartel 3º
de Lincoln vió surcar dos importantes vías férreas: en 1886 las del
B.A.P. y a principios del siglo pasado el de la Compañía General. En esa
"época de oro" -ilustró el Dr. Manuel Guillermo León en
su disertación- se contruyeron 33.955 kilómetros de vías, apeaderos,
estaciones y tamaña "invasión" reportó cambios sustanciales
en la vida del interior del país, y Vedia no pudo haber sido ajeno. Con
la aparición del servicio ferroviario, las estaciones pasaron a
construirse en el epicentro comunitario: a su alrededor nacieron calles,
fondas, casas habitaciones, almacenes, practicaron subdiviciones, etc. y a
la llegada o salida de un tren -aunque fuera solo por un par de
minutos- era todo un acontecimiento y vivía sí su máxima expresión
y no importaba hora, frío o lluvia. Además de todo lo que llevaba o traía
el tren, no devemos olvidar la incorporación del telégrafo ferroviario,
por medio del cual las comunicaciones se acortaron aún más.
La empresa B.A.P. estableció un servicio diario de ida y vuelta entre las
terminales Once y Orellanos (hoy Diego de Alvear); el trayecto Once a
Mercedes era a Través del Ferrocarril del Oeste, y el restante sobre la línea
del Pacífico. La partida de Once era a las 8 de la mañana y arribaba a
Vedia a las 17,30, concluyendo en Orellanos a las 19,15. En la estación
Rawson diariamente se encontraban ambos servicios a las 13,10. A su vez,
desde Orellanos iniciaba su marcha a la ciudad de Buenos Aires a las 6,50,
con escala en Vedia a las 8,40, y finalizando en Once a las 18,30.
Un hecho curioso denunció a los pocos días de habilitada la estación
Vedia el diario mercedino "El Oeste". El órgano periodístico
daba cuenta de la marcha perfecta de la línea y su puntualidad "...
sin embargo los mismos que estos informes tan satisfactorios nos
trasmiten, nos piden hagamos presente a la Compañía propietaria la
inconveniencia de colocar Jefes de Estación a personas que no conocen el
idioma del país, pues este hecho ocasiona entorpecimientos para la marcha
regular de trenes y perjuicios al público. Actualmente desempeña las
funciones de Jefe de Estación "Vedia" una persona que no habla
ni entiende una sola palabra en español, lo que ocasiona y ocasionará más
adelante serios contratiempos. La Compañía mencionada, en interés
propio y en el del público, debía, pues, subsanar este inconveniente
...", anoticiándonos LA VOZ DE VEDIA Y EL NOROESTE BONAERENSE,
que el primer jefe de estación Vedia fue un señor de apellido Beanland,
de nacionalidad inglesa, que de inmediato lo suplantó el señor Marr, de
acuerdo al relato de Roberto Greene en sus memorias.
EL NOMBRE DE LA
ETSACIÓN
Era
habitual que las estaciones que iban conformándose en parajes camperos,
inominados, necesitaran la imposición de un nombre o indicativo y en los
casos como el presente -la donación de tierra- la
plaza adoptaba por padrino al ex titular de dominio, o cuanto menos algo
que simbilizara una cercanía afectiva hacia o del donante.
Varias bibliografías, recuerdan la propuesta de la empresa B.A.P. de
darle el nombre Quinteros a la estación, honor que el ex soldado en la
guerra contra Paraguay trocó por el de su jefe en la contienda, el
coronel Julio de Vedia, temperamento que aceptaron los concesionarios. En
este orden la primera en mencionar aquella circunstancia es la Revista
NUMERO ÚNICO, editada en Vedia, con motivo del octogenoveno aniversario
de la declaración de la Independencia Nacional, donde alecciona el por qué
del nombre "... ese poderoso acero convertido en rieles había
proyectado surcar estos desiertos, que aún sufrían los malones de los
indios. Caprichos del destino, la estación del hoy Ferrocarril Pacífico
debía quedar en la punta del campo, entonces del señor Joaquín
Quinteros. Según nos refirió él en vida, se le propuso poner su
apellido, como nombre de estación, pero por circunstancias que no escaparán
al criterio de los lectores que conocieron este señor, difirió tal
distinción optando por el que se proponía ...".
Así también la revista EL SPORTMAN, recogio el detalle en torno al
nombre, "... el señor Quinteros decidió que el nombre fuera
VEDIA, como homenaje que rendía al general del mismo apellido de quien
fuera ayudante y a quien profesaba entrañable cariño ..."
Otro tanto trae la REVISTA MENSUAL B.A.P., en 1944. El número
correspondiente al mes de abril dedica una de sus partes a describir
Vedia: habla de un pueblo moderno, bien trazado, con vida propia, de sus
potencialidades, instituciones y personalidades, , e incursiona en sus orígenes
y apunta, en lo específico "... el nombre Vedia que lleva la
localidad que vamos a ocuparnos, proviene de un rasgo de Joaquín
Quinteros, quien, al donar el terreno para levantar dos de las varias
estaciones con que hoy cuenta el ferrocarril B.A.P., en el partido de
Leandro N. Alem, quiso que una de ellas llevara el nombre de Vedia,
general a cuyas órdenes había servido y por quien sentía especial
afecto y devoción ..."
Este espisodio, analizado a la distancia -suscribía José María
Prado, Asesor de Investigaciones Históricas de la Dirección de Geodesia-
libre de pasiones y egoísmos, que no hay dudas que debe ser reconocido y
valorado, con sentido histórico, y "... no cabe la menor duda de
que, si el donante de las tierras, hubiese aceptado su nombre para la
estación, hoy el pueblo se denominaría QUINTEROS, por la absorción que
del nombre de las estaciones, hacen los pueblos, cuando estos se denominan
distintamente, ejemplos: Ranchos, Los Toldos, O´Higgins, Urdapilleta,
Bordenave, y muchos otros que sería largo enumerar, en la red ferroviaria
argentina ..."
¿QUIEN FUE EL
GENERAL JULIO DE VEDIA?
En la edición extraordinaria de LA VOZ DE VEDIA Y EL NOROESTE ARGENTINO
celebrando el centenario de la llegada del ferrocarril, en 1986, entrega
someros datos bibliográficos del extinto general Julio de Vedia
(1826-1892), quien se inició en la carrera de las armas participando en
el sitio de Montevideo, como portaestandarte de artillería. A su cargo
estuvo después la defensa de la Colonia de Sacramento y en 1855 pasó a
Buenos Aires, interviniendo en las fuerzas de frontera. Fundó el pueblo
de 9 de Julio, en cuya ciudad el Museo y Archivo Histórico lleva su
nombre, y asistió a casi todos los combates librados durante la Guerra de
la Triple Alianza contra Paraguay. Ocupó el cargo de gobernador militar
de El Chaco y la dirección del Colegio Militar de La Nación.
Durante la señalada contienda, Joaquín Quinteros, enrolado en las
huestes argentinas, sirvió a las órdenes del coronel Julio de Vedia
entre 1865 y 1868, en que dado de baja "por inútil", esto es,
por heridas de importancia, vuelve a la vida civil y dedicarse
porteriormente a las labores del campo.
LOS PARCELAMIENTOS
CERCANOS AL EPICENTRO
En 1886
tiene, también, la particularidad de haber visto el primer parcelamiento
en el campo de Quinteros, en inmediaciones de la estación y, la cesión
-sin cargo- para la apertura de calles a uno y otro lado del ramal
para acceso del público usuario.
El loteo practicado en 1886 sin plan de trazado ni alineamientos técnicos,
y repito: sin plan de trazado ni lineamientos técnicos,
consolidaron el paraje como incipiente centro urbano en torno de la estación.
Al respecto, Roberto Greene puntualizó "... después que la
Estación Vedia se construyó, comenzó a surgir con ranchos con paredes y
techos de zinc, pero con el pasar del tiempo surgieron casas siendo la
primera, un pequeño hotel o fonda ubicado bien enfrente de la entrada de
la Estación Vedia ..."
¿Cuáles fueron esos primeros lotes?
El 24 de noviembre de 1886 Joaquín Quinteros, por ante el escribano
SilvestreTorres dió Poder Especial a Miguel Anolles, para que en su
nombre y representación, formalice un contrato de arrendamiento con los
señores Felipe Delfino y Juan Echeverría; al primero por un lote de
terreno de 43,30 metros de frente por igual por fondo, y al segundo por
otra parcela de 94,95 metros de frente por 129,90 metros de fondo.
Miguel Anolles representando a su poderante, convino con Juan Echeverría
el destino que debía dársele al inmueble ubicado en las cercanías de la
estación, de reciente apertura, sujetando lo acordado a "...
construir un edificio de 15 varas de frente por 10 varas de luz de
ladrillo cocido, techo de fierro de canaleta. El edificio se destinará a
casa de negocios y hotel ...". Agregando el contrato "...
que dicho edificio quedará a beneficio del locador al finalizar el término
de este contrato, como igualmente todas las demás mejoras que se hicieren
en el mismo terreno ..." pactándo que el término de duración
del contrato sería por 5 años, a contar desde el 1º de Julio de 1886.
Otro de los terrenos es en el que funcionaba la pulpería que
primitivamente perteneció en sociedad a Joaquín Quinteros y Julio
Villarino, con el tiempo la transfirieron a la razón social "Felipe
Delfino y Cía." hasta el 10 de julio de 1883, cuando tomó el nombre
La Estrella.
En el contrato social, Manuel Portos y Felipe Delfino -1883-
establecieron que la propiedad y mejoras no formaban parte del capital
aportado por Delfino, ya que las mismas eran de pertenencia de Quinteros,
quien las cedió en locación, por el término de 5 años. En 1885 Delfino
y Portos resolvieron desvincularse comercialmente, y a la vez, Delfino por
el mismo instrumento cedió los derechos adquiridos en referencia a la
locación del terreno y edificios que lo unía con Quinteros. En 1888 el
contrato llegaba a su fin. Dos opciones frente a sí, o renovándose o
Portos desligándose del mismo.
Un nuevo Poder Especial otorgó Quinteros a Felipe Cortázar, para que
actuara como su representante y entendiera en lo atinente a La Estrella.
Entre las obligaciones que asume Cortázar está la de percibir el importe
de alquiler y que toda mejora a incorporarse en las instalaciones pasarán
a propiedad de Quinteros en modo accesorio. Además, el lote en el que
estaba enclavado el negocio lo describen por sus medidas, constando de un
edificio de seis piezas y totalmente alambrado
midiendo por su frente 194,84 metros y similar metraje por el fondo. Cortázar,
correspondiendo a las obligaciones y facultades asumidas firmó el nuevo
contrato de alquiler con Manuel Portos el 18 de junio de 1888.
Joaquín Quinteros, mediante un nuevo Poder Especial, esta vez en favor de
Rafael Arana, del 29 de septiembre de 1888, delega la atribución de
arrendar el lote de terreno de 129,90 metros, por igual de fondo, por el
plazo de 5 años, estableciendo como requisito que el locatario podrá
radicar cualquier tipo de negocio y los edificios y mejoras que se
hicieren "... podrá sacarlos cuando lo juzgue conveniente
..."
El arrendamiento correspondiente quedó formalizado el 29 de septiembre de
1888 con Ventura Cruces.
JUAN COQUET, IMPULSOR
DEL DESARROLLO URBANO DE VEDIA
Al esfuerzo del pionero, poblador permanente, introductor del alambre,
pulpería y fonda, forestador y productor pecuario, fruticultor,
parcelante con fines determinados en cada contrato, diagramador de las dos
primeras calles y donante de tierra para el riel, estación y accesos,
vino a sumársele en 1889 don Juan Coquet, diputado nacional en ejercicio,
que aprovechándo los cimientos existentes y la consolidada presencia de
la estación Vedia, constituyó el Centro Agrícola El Dorado,
completando de tal forma los pasos previos del estanciero, como los de la
empresa B.A.P.
Juan Coquet formó el Centro Agrícola El Dorado en respuesta a la ley
1969 que taxativamente imponía esa obligación a los propietarios de
estancias inmediatas a las estaciones, y de no haberlo hecho, la
propia norma facultaba al gobierno provincial a la expropiación lisa y
llana del campo y organizra por su cuenta (v. art. 5 y conc.). Al filo del
vencimiento del plazo previsto por la ley, el Ejecutivo de Buenos Aires
aprobó la traza y por medio del rematador Román Barros tuvo lugar el
remate del parcelamiento en pública subasta.La planta urbana del Centro
la sitúa el agrimensor Pedro Pico en el ángulo norte del campo El
Dorado, justamente, lindero al Monte de Quinteros, donde estaban las
construcciones y los negocios de almacén, fonda y hotel, la casa de
familia de Quinteros -según Don José María Prado- y otras
construcciones menores, donde había un aglutinamiento urbano con ánimo
de fomento poblacional, atraído por la influencia de una estación de
gran movimiento y de seguro progreso para el asiento y radicación, como
es hoy Vedia. El agrimensor Pico, ya ubica al delinear el Centro Agrícola,
el almacén, dentro del Monte de Quinteros, donde se dió el remate del
integrante de la firma martillera Bravo, Barros y Cía., el 29 de
septiembre de 1889, enfatizando el señor Prado que se demuestra mediante
los planos existentes en el Departamento de Investigación Histórica y
Cartográfica de la Dirección de Geodesia del Ministerio de Obras Públicas
de la Provincia de Buenos Aires, de la que era titular al producir el
dictamen en 1973. A la postre, la ciudad de Vedia está integrada por el
antiguo núcleo poblacional de Quinteros, junto a la Estación, por el
trazado que hizo Coquet de El Dorado, y por varios ensanches que se fueron
operando sobre las estancias linderas de El Bagual y San Carlos. Bien
hizo y dijo el concejal Osmar J. Cabrera en la sesión del 22 de octubre
de 1990 del Honorable Concejo Deliberante del partido de Leandro N. Alem
al rescatar a Coquet "... no sepultamos en el olvido a la figura
de Juan Coquet, quien nos señaló el camino del progreso, con el loteo y
venta de sus tierras, que lo convierten para la posteridad en IMPULSOR de
la urbanización de nuestra ciudad ...", leyendo a continuación
el concejal Roberto Ibañez el texto del artículo 3º de la ordenanza "...
Reconócese como IMPULSOR DEL DESARROLLO URBANO DE VEDIA, al señor JUAN
COQUET que al proceder a la mensura y loteo de sus campos dió origen al
Centro Agrícola El Dorado, señalándo así la ruta del progreso para la
incipiente población..."
EL POR QUE EL 23 DE
MAYO DE 1885
"La vida comienza con el parto y no con la partida de
nacimiento" sentenció el Dr. Arturo Jauretche en su obra
"Pantalones Cortos" en gráfica alusión al origen de Lincoln;
el ensayista y escritor decía "... la historia formal oficial
cree que fue la ley o el decreto quien fundó los pueblos como Lincoln. No
es así: la fundación la hizo la anónima tarea del que cercó los
primeros corrales, levantó los ranchos, cavó pozos, abrió huellas, domó
potros, estableció comercios y cruzó las pampas con sus arreos detrás y
delante de los milicos de la frontera ..." Si nos asiéramos
el razonamiento de Jauretche, el parto se habría producido el 15
de febrero de 1886, en horas del mediodía, ocasión en que tuvo lugar el
arribo, por primera vez, de una formación ferroviarria a la estación
Vedia del B.A.P. Sin embargo, no es así, ya que hubo actos preparatorios
para que dicho arribo pudiera provocarse en el espacio puntual en que se
detuvo. Bien, empero, "la vida no comienza con el parto, sino
con el instante de la concepción", y en igual orden, el Código
Civil argentino, cuyo autor, Vélez Sarsfield expresa en la nota del artículo
63 "... las personas por nacer no son personas futuras, pues ya
existen en el vientre de la madre ...", lo cual importa en el
terreno jurídico el reconocimiento o existencia del ser en desarrollo en
el seno materno y su necesaria protección por el ordenamiento legal,
entonces, hay vida y fecha anterior.
Siguiendo ese orden de ideas, la concepción -fundación-
de Vedia se produjo el 23 de mayo de 1885, día en que el mandatario de
Quinteros suscribió ante el escribano Torres la escritura de donación de
la fracciones destinadas a vías y estación, todo lo cual representa el
instante que se decidió establecer un sitio en un predio determinado, es
decir, aquí será en un futuro una estación... -el epicentro
comunitario para la época- en cuyo derredor se desarrollará un
pueblo. Para mayor abundamiento cabe recordar las consideraciones
vertidas por el extinto catedrático, miembro de la Academia Nacional de
la Historia y ex Director Honorario del Archivo Histórico "Dr.
Ricardo Levene", Dr. Enrique Barba, que en dictamen del 6 de abril de
1973 sostenía "... como fecha de fundación debe considerarse, de
acuerdo a las normas seguidas por el Archivo, el 23 de mayo de 1885, fecha
en que se donaron las tierras para la Estación. Esto es así puesto que
cuando llegó el ferrocarril ya había una población instalada en el
lugar. El 23 de mayo de 1885 es la primera fecha cierta y segura que se
tiene de un hecho que sirvió para desarrollar el actual pueblo de Vedia,
cabecera del partido de LEANDRO N. ALEM..." En base al
conjunto de probanzas analizadas deviene impostergable el reconocimiento
de Joaquín Quinteros como fundador de Vedia, toda vez que dió principio,
creación y establecimiento a la capital del partido de Alem en tiempos
previos a la llegada del ferrocarril, contemporáneos e inmediatamente
subsiguientes.
JOAQUIN QUINTEROS,
PIONERO Y FUNDADOR
¿Cómo era Joaquín Quinteros? En revista NUMERO UNICO lamentan su
fallecimiento a temprana edad "...arrebatado a los suyos y a esta
sociedad, cuando más precisión tenía de él. Fundador de Vedia como lo
explicamos anteriormente, teníamos en él al compañero en todas las
propuestas de progreso. Llegó a los suyos a más de un nombre sin mancha,
parte bien grande de la localidad ..."
En tanto uno de sus contemporáneos como fuera Roberto Greene lo describre
"...don Joaquín era el puro tipo de gaucho, había sido capatáz
por algunos años de la estancia de "San Carlos" que pertenecía
a un aleman Ostendorff que lo estimó mucho y le regaló la media legua de
campo. Era realmente un hombre de bien y un buen vecino ..."
FALLECIMIENTO DEL
PIONERO FUNDADOR
Por lo relatado anteriormente, vemos que Don Joaquín Quinteros habiendo
entrado en la edad madura pero distante aún de la ancianidad, pues
contaba con 56 años de existencia, debe resignar su importante misión
temporal, cerrando sus ojos para siempre conforme al mandato supremo del
Altísimo. La muerte le sorprende en la dulce paz del regazo hogareño,
que como verdadero templo del amor levantara en el solar de sus ensueños,
en esta hoy pujante ciudad de Vedia, tras haber plantado sus cimientosque
serían inconmovibles ante el paso del tiempo y haber eternizado su nombre
para una identidad generacional de futuro ilimitado. Así, el noble
criollo "Pionero y Fundador", recibió el premio de los justos y
sencillos de corazón. Lo confirman testimonios indubitables por su
autenticidad, los cuales narran que el último soplo de vida en este mundo
de Don JOAQUIN, con la entrega de su espíritu a las regiones de la
inmortalidad, se produjo a la hora "una" del 27 de enero de
1904. Desde entonces, han transcurrido 96. La Providencia quiso que
Vedia, razón de sus esfuerzos de visionario profundamente intuitivo,
fuese también el lugar de su muerte, quizá para mejor ligarlo a su
destino, en una indisolubilidad que no sabe de tiempo ni de
afectaciones meteriales. |